martes, 27 de noviembre de 2012

MEDICINA TRADICIONAL MAYA


Las culturas prehispánicas tenían una mezcla de religión mágica y empirismo para combatir la enfermedad; religión, porque algunos dioses las provocaban, mientras otros protegían a sus devotos, magia porque muchas enfermedades se les consideraban causadas por encantamientos de enemigos o rivales, debían curarse por medios mágicos; empirismo porque se usaban plantas, minerales y técnicas cuyo valor aún se mantienen. No obstante, la magia y la religión fueron sin lugar a duda, más importantes que el empirismo.
Entre los mayas la sociedad era teocrática, y el arte de curar era asignado a los “h'menes”, sacerdotes organizados en una verdadera hermandad médica y cuyo saber se consideraba heredado de los dioses. Por otra parte también existían los hechiceros “pul'yaes” de un estatus inferior que no estaban integrados a la casta sacerdotal; se dedicaban a efectuar sangrías, apertura de abscesos, tratamiento de fracturas, curación de heridas y a la “expulsión de maleficios”.
Con los aztecas igual que con los mayas, el senador adquirió un carácter hereditario, de tal manera que el ayudante, generalmente su hijo, no podía practicar la medicina hasta que su padre muriera o quedara incapacitado físicamente.
Entre las cosas de importancia de los aztecas, era que se dedicaron a la creación de jardines botánicos; es digno de mencionar el de Moctezuma, que abastecía de medicina a su reino.
Actualmente existe el vestigio de ese jardín botánico en Oaxtepec. En cambio, entre los mayas se desconoce la existencia de jardines botánicos.
Por otra parte y paradójicamente, el responsable del “auto de fe de Maní”, Fray Diego de Landa, se arrepintió de ese atentado a la cultura y debido a que aprendió la lengua maya y como retuvo algo de material, escribió su famosa “Relación”, y en esta relación Fray Diego nos hace constar que los mayas tenían un excesivo temor a la muerte, y lo demostraban en todos los servicios que hacían a sus dioses, los cuales tenían como único fin que se les diese salud y vida.
Zamná , también llamado Itzamná , gran sacerdote maya llegado con los Chanes de Bacalar (después llamados Itzáes ) para fundar y establecerse en Chichén Itzá , hacia el año 525 DC , "durante la primera bajada, o bajada pequeña del oriente, que mencionan las crónicas".
La importancia de Zamná como fecundo creador de la cultura maya deriva de su llegada a Chichén Itzá en la época de su fundación.
La influencia de Zamná siguió la ruta de los Chanes hacia el poniente quienes, en su trayecto por la península, fundaron otras ciudades populosas, hoy importantes, como Ek Balam, Izamal , Motul y T-Ho, la actual Mérida , la de Yucatán.
Izamal , en Yucatán, ha sido considerado como el centro principal del culto a Zamná, ya que según la tradición, en esa ciudad vivió después de haber salido de Chichén Itzá, y ahí murió. Se afirma, inclusive, que sus restos fueron enterrados en los diferentes "cerros" (pirámides una vez que han sido excavadas y puestas al descubierto) de esta localidad maya llamada precisamente " La Ciudad de los Cerros".






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