jueves, 22 de noviembre de 2012

HISTORIA DE LAS PLANTAS MEDICINALES




No sabemos quien utilizó las plantas por primera vez, pero alguien y más probablemente muchos pueblos 

diferentes descubrieron en los primeros albores de la historia que algunas plantas son buenas para comer y otras tienen propiedades curativas.

Seguramente la búsqueda de algún remedio fue algo que se dio en todas las culturas a la vez, fruto del deseo del hombre de sanar, por cuestión mágica-religiosa o de algún preparado que le proporcionase una mayor felicidad temporal. La mayoría de las veces los descubrimientos fueron simplemente resultado de la búsqueda de nuevos alimentos
Los antepasados tenían que comprobar si las nuevas especies eran comestibles lo que les llevaba a descubrir en su propio cuerpo que muchas de ellos eran evidentemente comestibles; otros venenosos y otros producían efectos un tanto diferentes: aumentaban el sudor, les hacían defecar con mayor facilidad, les eliminaban el dolor de la articulación que hasta el momento les había producido mucho malestar, etc. Como y por qué una determinada planta tiene propiedades curativas debió ser un misterio para aquellos pueblos primitivos, por esta razón las personas que tuvieron un interés especial en las cualidades curativas de las plantas y que adquirieron una cierta experiencia sobre el tema consiguieron ocupar un lugar importante en la sociedad. Los pueblos primitivos atribuían sus efectos curativos a la intervención de uno de sus dioses. Por esta razón, los "médicos" primitivos quedaron asociados al conjunto de estructuras de las creencias religiosas de los pueblos. Muchos de ellos fueron sacerdotes que actuaban como instrumento de los dioses, de los que recibían poderes para curar.

Precisamente los primeros herbolarios fueron hombres y mujeres experimentados en el tema de las hierbas y sus aplicaciones medicinales, culinarias, para la preparación de tintes, perfumes y cosméticos. Finalmente durante la revolución industrial del siglo XIX en el mundo occidental, la urbanización y la creciente división del trabajo provocaron la desaparición gradual de esta sabiduría rural.